Sus pechos son perfectos para tu boca; huelen a tierra,
saben a especias, emborrachan como marula. Los pezones con forma de estrella
alimentan tu hambre, se endurecen bajo tu lengua, se estiran entre tus dientes
mientras los lames, los muerdes, los chupas hasta que ella se aferra a tu nuca,
exhala un gemido, acaricia tu miembro guiándolo.
Fragmento de Perfectos, uno de los dos #RelatosEróticos que escribí sobre disfrutar de una «cubana», «rusa»o masturbar con los pechos.
Podéis leerlos en este enlace.
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