viernes, 9 de marzo de 2018

Véndeme tus braguitas

La frase de Torrente “Nos hacemos unas pajillas” se ha convertido en una expresión popular, pero para escenas inolvidables la del magnífico Tony Leblanc cuando en la primera entrega le pide las braguitas a la adolescente que le ha comprado droga y las huele con una cara que roza el éxtasis.

Creí que Santiago Segura era un depravado con gran imaginación hasta que me enteré de que en Japón hay tiendas en donde las chicas jóvenes venden sus bragas usadas a hombres que disfrutan mucho oliéndolas. Y no solo en el país del sol naciente, este fenómeno se está extendiendo por todo el mundo como cuento en este artículo.



Brenda B. Lennox ©

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