«No
hay fronteras ni límites en cuanto a vulneración de derechos
humanos. El eco de una voz se escucha en cualquier lugar del mundo y,
a menudo, que algunos deban vender su cuerpo es consecuencia de que
otros, a muchos kilómetros, hayan vendido su alma», declaró Jaume
Sanllorente en esta entrevista, uno de los mayores regalos de mi
vida. Fundador de la ONG Sonrisas de Bombay que proporciona apoyo a
más de 5.000 personas en la India, presidente del Consejo Asesor de
la ONG contra la lepra JAL y embajador de Bombay Leprosy Project,
Jaume Sanllorente es el ejemplo viviente del poder de unas manos y
una sonrisa.
Se ha enfrentado a las mafias que trafican con niños
obligándoles a ejercer la prostitución o la mendicidad, ha
compartido confidencias y lágrimas con las trabajadoras de las
fábricas de Dacca y se ha hecho pasar por proxeneta para conocer la
cruda realidad de las personas obligadas a vender su cuerpo, chicas
encerradas en jaulas de techo bajo durante el tiempo en el que no
están trabajando y cuyos hijos también suelen ser prostituidos,
incluso siendo bebés.
Decía
Mamerto Menapace «No tenemos en nuestras manos la solución a todos
los problemas del mundo, pero ante los problemas del mundo tenemos
nuestras manos. Cuando el dios de la historia venga, nos mirará las
manos». Aún estamos a tiempo.
Brenda B. Lennox ©
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