Disfrutamos de un rioja mientras hablamos de física cuántica, de música, de cómics. Intento fluir, pero estoy tan nerviosa que te bombardeo con preguntas como si te estuviera sometiendo al test Voight-Kampff. Me demuestras que eres humano finalizándolo con un beso bala que estalla en mi interior. Luego, solo el roce de tu barba, tu sabor, el olor de tu piel, las respiraciones entrecortadas, el aullido lejano de un trueno.
Puedes leer los dos relatos eróticos cortos en este enlace.