jueves, 18 de octubre de 2018

Relatos Ero XXVI: Inmortalidad

Un día, el dios de las brisas del amanecer y del atardecer, se recostó a la sombra de un sauce llorón que verdeaba a la orilla del lago y se quedó dormido. Era tan hermoso… ¡Cómo pudo repudiarlo su madre! ¿Acaso no vio la luz que irradiaba de él? Las lágrimas se deslizaron por su rostro hasta que el rubor las sustituyó. El miembro de Pan se hinchaba lentamente y pronto se irguió en toda su plenitud. Era enorme, venoso, firme y su punta refulgía bajo la luz del sol que se filtraba entre las hojas.


Puedes leer el relato erótico completo en este enlace


martes, 9 de octubre de 2018

Relatos Ero XXV: Valor

Tras dos cervezas, le dices que es tarde y deberías irte;  él, que te acompañará a tu coche para que no vayas sola. Cuando llegas al aparcamiento, no sabes qué hacer. Él te da los dos besos de cortesía; tú, el que ardía en tu boca y ahora arde en la suya. Te empuja contra el capó. Vuestros cuerpos se funden mientras los labios se devoran, las lenguas se entrelazan, los dientes muerden. Sientes su miembro a través de la ropa mientras vuestras manos se hunden debajo de las camisetas para acariciar la piel, apretar la carne, clavar las uñas como si quisieran despedazarla...


Fragmento del #relatoerótico «Valor» que podrás leer en este enlace.
Brenda B. Lennox ©