jueves, 30 de octubre de 2014

Calor

 Fragmento del relato Heat.  Lucy Taylor 


(…) Calor... ¿Cómo puede vivir alguien sin haberlo sentido jamás? ¿Y cómo puede alguien seguir viviendo si no va a sentirlo?
¿Que qué sensación produce? La misma que si tocaras algo con corriente eléctrica o te hubieras inyectado accidentalmente una droga en parte alucinógena y en parte tóxica. Se te despeja la mente. Tienes la sensación de que tu cuerpo pierde rigidez, pero no se derrumba porque la lujuria da fuerza a tus músculos y estimula vivamente las sinapsis provocando algo parecido a una multiplicidad de orgasmos; mientras tanto el calor se extiende hasta tu entrepierna y sube hasta tu corazón, alrededor del cual se entrelaza como si fuera una planta trepadora en llamas.

Alisa Monk

Hace mucho tiempo que no siento ese calor. Mi corazón empieza a sufrir de hipotermia. Estoy seca, dolida y fría. Voy en coche de Denver a Boulder y veo a los hombres deambulando tranquilamente por el centro comercial de Pearl Street. Los hay a docenas,a cientos, de todos los tipos, formas y medidas; unos son verdaderos toneles, otros están delgados como corredores de maratón, otros son robustos y musculosos, pero yo no siento nada. Sus pollas serían como paja mojada y su piel resultaría tibia al tacto, y no me causarían más que impaciencia, frustración y dolor.
Anhelo lo que he sentido en el pasado, el calor que estalla con la fuerza destructora de una ola, el calor que consume el alma y derrite el corazón para hacer que fluya, líquido y escarlata, y caiga abrasadoramente en mi coño.
Últimamente sueño con que el fuego se convierte en un hombre. Ardiente y crepitante, se acerca con determinación a mí, me agarra y me besa ardorosamente. Luego me despierto sola en mi cama (...)



viernes, 24 de octubre de 2014

¿Por qué no?


Desconozco el autor
































El Protocolo del Rubor
Roger Wolfe

Ya habrá tiempo para el juego
de estudias o trabajas, cómo tú
por aquí, qué tal tu hermano,
tu padre, tu perro, dónde vives,
qué te gusta, viste esa película
-pues a mi me sorprendió-, si prefieres
la comida china o la italiana,
el whisky en vaso bajo, eres abstemia,
practicas la gimnasia rítmica, la Ouija,
o si has estado o en Londres o en París.

Ya habrá tiempo de mi amor, mi vida,
tiempo para el calor y la ternura,
el dulce recogimiento postcoital,
el cigarrillo de tu marca favorita,
una copa de vino o un café
con leche, confidencias
susurradas al oído
en la penumbra de la habitación.

Ya habrá tiempo para el asco,
la desidia, los gritos, las palabras
malsonantes, platos rotos,
lágrimas, consuelos, encuentros,
desencuentros, misivas de odio
o de rencor, si es que así la vida
nos lo exige y esto no se queda
en las cenizas de una noche que se quema
aquí y ahora, entre los fuegos
fatuos de una estúpida comedia programada
por dictamen de un descerebrado dios.

Pero tú sabes y yo sé que nunca
hay tiempo. Así que calla. Y mírame.
Y alza esa copa entre sonrisas y balbuce:
«¿Por qué no me follas de una vez?»



lunes, 20 de octubre de 2014

Atrévete

Piérdete
en sus ojos
Acecha
en silencio.
Aguarda
el momento.
Atácale.

Engulle
sus labios.
Baja
por su cuello.
Descubre con la lengua
si es suave
su piel.

Que tu garganta
pregunte
si su sexo
tiene sed.

Si el tuyo rezuma
monta
y disfrútale.

Desconozco el autor

















No recules.
No te excuses.
No finjas.
Quédate.

No mientas.
No te vayas.
No escapes.
Sé una mujer.

De acuerdo
cobarde
asustada:
huye de él.

Brenda B. Lennox ©

viernes, 17 de octubre de 2014

Enciende un cigarrillo





Love

Love, he said, gas
kiss me off
kiss my lips
kiss my hair
my fingers
my cock my balls
my eyes my brain
make me forget

He had a room on the 3rd floor,
rejected by a dozen women,
35 editors
and half a dozen hiring agencies.
Now I’m not saying he was any
good.

He turned on all the jets
without lighting them
and went to bed.

Some hours later, a guy on his
way to room 309
lit a cigar in the
hall.

And a sofa flew out the window.
One wall shivered down like wet sand.
A purple flame waved 40 feet high in the air.

The guy in bed
didn’t know or care,
but I’d have to say
he was pretty good
that day.

Charles Bukowski

martes, 14 de octubre de 2014

Mojándolo todo

de Luis Eduardo Aute



Tendida,
con los muslos como alas abiertas,
dispuestas al vuelo.. me incitas,
me invitas a viajar por lácteas vías
y negros agujeros levemente desvelados
por tú mano que juega
por pudores y sudores enjugando
entre pétalos de carne, el estigma
de tu flor más desnuda,
Mojándolo todo...
Volando por universos de licor.

Húmedas llamas
los labios que con tus dedos
delicadamente delatas, dilatas para mí,
mostrándome, obscena la cueva del milagro
por donde mana el líquido rayo de la vida,
incandescente fuente, lechosa lava,
salpicaduras de agua profunda que inunda
Mojándolo todo...
volando por universos de licor.





Mi boca
besando tus labios incendiados
se dispone a beber en tu cáliz de polen y licor
y, entre zumos y zumbidos de olas y alas,
libidinosamente libar el néctar
de la flor de tus mareas...
lamiendo la miel salada que te fluye
y quema mi lengua que vibra,
lasciva, entre savia y saliva
mojándolo todo...
volando por universos de licor

Mis alas
de cera batiendo combatiendo tu fuego
en oleadas de ardientes espumas y plumas
e Ícaro volando tan alto, tan alto...
que a punto de entrar en el jardín del Edén,
fundido su vuelo por tu derramado sol,
cae, como el ángel exterminado,
al mar de los naufragios,
mojándolo todo...
volando por universos de licor.

sábado, 11 de octubre de 2014

Mi deseo de ti...

Karin Rosenthal





















(...)Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!(...)

Pablo Neruda
Fragmento de La Canción Desesperada